La subcontratación, externalización o tercerización
(del inglés outsourcing) es el proceso económico en el cual una empresa mueve o
destina los recursos orientados a cumplir ciertas tareas hacia una empresa
externa por medio de un contrato. Esto se da especialmente en el caso de la
subcontratación de empresas especializadas. Para ello, pueden contratar sólo al
personal, caso en el cual los recursos los aportará el cliente (instalaciones,
hardware y software), o contratar tanto el personal como los recursos. Por
ejemplo, una compañía dedicada a las demoliciones puede subcontratar a una
empresa dedicada a la evacuación de residuos para la tarea de deshacerse de los
escombros de las unidades demolidas, o una empresa de transporte de bienes
puede subcontratar a una empresa especializada en la identificación o empaquetamiento.
Los términos asociados deslocalización y
fronteriza implican la trasferencia de empleos a otros países, si es que se
subcontratan servicios con empresas extranjeras, o bien estableciendo una base
en sitios fuera del país. La diferencia se encuentra en la relativa proximidad
del país en cuestión (fronteriza) o su lejanía (deslocalización).
Contratar los servicios de una empresa externa no
es necesariamente subcontratación.
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